miércoles, 16 de mayo de 2012

Reseña: Black Mirror - The National Anthem (2011)


Los británicos pueden tener un humor con muy mala leche. Como no se me ocurría un mejor ejemplo, pues esta miniserie guionizada por Charlie Brooker, el creador de Dead Set (esa serie que mezclaba los zombies con Gran Hermano). The National Anthem, el primero de los tres capítulos de Black Mirror, que es el único que he visto por ahora, es una sátira macabra que, a modo de parábola, retrata de manera genial la sociedad moderna, la tontería de las redes sociales e internet, el twitter, el youtube, el papel de los medios de comunicación tradicionales y la idiotez general en la que nadamos.


Han secuestrado a la princesita... Plagio del Mario Bros de manera descarada, oiga.

¿Qué ocurriría si un individuo terrorista secuestrara a una alta personalidad de un país y solicitara a cambio de su liberación unas condiciones inasumibles? Lo de siempre. ¿Y si la condición fuera que el primer ministro cediera a esta petición? 

(literalmente) At 4:00pm this afternoon Prime Minister Michael Callow must appear on live television on all networks, terrestrial and satellite, and have full unsimulated sexual intercourse with a pig.

Todo perfectamente serio y fríamente detallado. Es curioso que un show ambicione un producto tan atrevido y tan pulcramente ejecutado para emitirlo en formato de un capítulo suelto e independiente condensado en 40 minutos de una miniserie de 3 episodios. Raro es (e impensable aquí). Destacar que tras el previsible final grimoso que seguramente le quede reservado al Maestre Luwin como colofón de la crisis de Invernalia en la segunda temporada de Game of Thrones, aquí le tenemos con atavíos mucho más elegantes que los trapuchos que le envían desde la Ciudadela de Antigua.

Badass Luwin is always badass. He got swag.

Interesante episodio que, si te apetece una visión negativa (pero no demasiado deformada) de la sociedad de la información de la Era Twitter en la que vivimos, te mantendrá pegado a la pantalla. Si no, pues oiga, 43 minutos de pesimismo existencialista que te puede resultar perturbador o no. Yo ya he visto mucha mierda como para ello. Seguiré con interés el resto de capítulos de la serie, que por lo visto incluyen algo de ciencia ficción al mejunje.

4 comentarios:

  1. Había oído hablar de ella. Así de primeras por lo poco que leí me pareció una frivolidad, pero lo mismo le doy una oportunidad.

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    1. Ya sabes que a mí estas cosas tan modernas me suelen echar para atrás y no me terminan de enamorar. Pero funciona a todos los niveles (a los que quiere funcionar, claro): factura técnica, actuaciones, transmitir desazón, realizar una sátira.

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  2. Definitivamente, pinta bien. Me la quedo para hacer doblete con Dr Terrible, que aún no la he visto.
    A todo esto, el tipo no solo es el maestre Luwin de Juego de Tronos sino también Kemp, el sacerdote que aparecía en la segunda temporada de Being Human. Es otra cosa que tienen las series británicas: te ves más de una y acabas encontrándote con los mismos actores.

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    1. Yups. La cantidad de actores que a largo plazo "usan y tiran" en calidad de secundarios y extras en Game of Thrones es acojonante.
      Por lo visto Benioff y Weiss han dicho que tienen problemas para conseguir extras de avanzada edad para los consejos de guerra de la tercera temporada.
      Un saludo.

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